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En memoria de Miki Naranja

La familia de Miguel Ángel Herranz hizo entrega al Ayuntamiento de parte de obra inédita del artista, en un acto cargado de sentimiento

Simancas acogió el pasado 4 de noviembre un entrañable acto de recuerdo al poeta Miki Naranja, en el segundo aniversario de su fallecimiento. Fue en realidad un encuentro de amigos, de amantes de la cultura, en el que los discursos de homenaje se entremezclaron con la lectura emotiva, cariñosa, de poemas escritos por el artista.

El escenario escogido fue, precisamente, la Sala Miki Naranja, un centro cultural situado en el camino de la Ermita y que desde hace un año alberga una actividad cultural incesante, el mejor homenaje posible al poeta.

Rodeada de familiares y amigos, la familia hizo entrega al Ayuntamiento de diferentes publicaciones: una realizada a partir de publicaciones en el blog de Miki, otra que recoge sus versos publicados en la red social Instagram y una tercera, la más desconocida, con textos inéditos, encontrados por la familia en el ordenador de Miguel Ángel Herranz, el escritor, padre, hijo y marido que firmaba como Miki Naranja.

El padre de Miki agradeció la asistencia a los presentes y leyó varios de estos poemas inéditos, que despertaron múltiples sonrisas y fueron muy aplaudidos.

Eran pequeños poemas, en los que Miguel Ángel condensaba los grandes valores que siempre planearon sobre su obra: el juego, la amistad, el amor, la duda y, sobre todo, la contagiosa alegría de vivir que marcó su trayectoria vital.

El concejal de Cultura, Alberto Barrera, durante el acto

La figura de Miki Naranja fue glosada por el concejal de Cultura y Turismo, Alberto Barrera, y por el alcalde, Alberto Plaza, quien recordó que hace un año, el 6 de noviembre de 2021, se celebró en el mismo espacio la inauguración de la sala cultural que lleva el nombre de Miki Naranja.

Los dos actos, separados por doce meses, fueron emotivos, cargados de sentimiento y de cultura, convertidos ambos en un homenaje a Miguel Ángel por parte de sus familiares y amigos. Desde entonces la sala ha albergado varios encuentros culturales de todo tipo. “Es un pequeño lugar cargado de significado”, apuntaba el alcalde, quien también recordaba que recientemente se ha completado la dotación del edificio con la Escuela de DJs, situada en la planta superior del inmueble.

La corporación municipal junto a la familia de Miki Naranja

Se trata, siempre, de actividades “que vienen a impulsar nuestra apuesta por la cultura, por la música y, además, por la poesía”, en palabras de Alberto Plaza, quien llamó a efectuar una reflexión sobre la cultura. “La Cultura con letras mayúsculas, hecha desde la humildad. La de verdad, la sincera, la objetiva… La que no espera contraprestaciones económicas o reconocimientos sociales o de otro tipo”.

Se trata, según él, de “la cultura de artista, no de ‘pasante’ o de estar de paso”. Porque la calificación de artista “no es una medalla que uno se pone a sí mismo; al artista de verdad solo le pueden reconocer los demás: la sociedad y la historia”.

Como sin duda sucederá con Miki Naranja.

¡Vuela alto, Miki!

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